|

En teoría se debería hablar de descripción documental y no de descripción
bibliográfica, pues el término biblio- (del griego biblos
"libro") ha quedado bastante obsoleto, ya que los recursos de
información ya no se ofrecen únicamente en
soporte papel y de forma impresa, sino que han
proliferado un gran número de
nuevos soportes relacionados todos ellos con la
informática y las nuevas tecnologías de la información. A las monografías y
publicaciones seriadas en el tradicional papel, hay que añadir hoy una serie de
nuevos recursos de información tales como programas de ordenador,
bases de
datos, correos electrónicos, documentos web, etc; disponibles tanto en línea como fuera de ella (Cd-rom,
discos ópticos de diversos tipos,
disquetes, etc). Los artículos sobre
temas científicos o técnicos, por ejemplo, se suelen publicar antes en
Internet que en papel, o se publican únicamente en la red. A esto hay que
añadir la proliferación de una serie de nuevos desarrolladores de
software,
controladores de comunicaciones y redes que ofrecen recursos de todo tipo. Los recursos de información
están
hoy, pues, estrechamente ligados con la computación, los medios electrónicos,
las redes de comunicación, los sistemas administrativos y académicos en red, y
datos de todo tipo. La potencialidad del hipertexto ha desplazado al libro
impreso en papel, como soporte de la información.
Sin embargo, el adjetivo bibliográfico añadido a la descripción se sigue
utilizando como una forma de oposición a la descripción del contenido, puesto
que la descripción bibliográfica se refiere únicamente a la forma, al
envoltorio del contenido intelectual y a los aspectos externos del documento.
Además, la expresión se ha mantenido firme a lo largo del tiempo en parte
debido a que la descripción bibliográfica fue concebida originariamente para
los libros, y eso a pesar de que posteriormente la descripción se aplicara a
multitud de textos impresos que no eran libros, como artículos y publicaciones
seriadas, mapas, partituras musicales, etc. y se ha mantenido incluso tras la
proliferación de otro tipo de soportes diferentes al papel como: discos,
casetes, cintas de vídeo, etc. e, incluso, se sigue manteniendo tras la
revolución del hipertexto.
La descripción documental es una operación previa a otras operaciones del
análisis documental como la
catalogación, la
indización y la clasificación.
Describir un documento es identificarlo y dar información sobre su título,
soporte, tema, características externas, etc. Y es necesario que exista algún
tipo de norma que fije la cantidad de información, el número y orden de
elementos que deben describirse, la puntuación y signos que deben emplearse en
la descripción etc. En 1974, la
IFLA, apoyada por la UNESCO
publicó la primera edición de la ISBD o International Standard Bibliographic
Description, esto es, la norma internacional para la Descripción bibliográfica
que en un primer momento nació para las monografías y cuya estructura se basó
en ellas, por ser la forma documental más usada y abundante en las bibliotecas.
Sin embargo, tras la ISBD(M) pronto se vio la necesidad de crear unas reglas
que fueran aplicables a la descripción de todo tipo de materiales, además de
una serie de reglas para materiales concretos. Así, en 1977 se publica la ISBD(G) como normas generales, la ISBD(S) para publicaciones
seriadas, la ISBD(NBM) para materiales no librarios, la ISBD(CM) para materiales
cartográficos, la ISBD(PM) para música impresa, y la ISBD(A) para
publicaciones monográficas antiguas.
Con el paso del tiempo, la
IFLA, ha ido ampliando sus ISBD a medida que han surgido nuevos
soportes y materiales
no librarios. En 1988 se
publicaron la ISBD(CP) para partes de una publicación y la ISBD(CF) para la descripción bibliográfica
de archivos de datos legibles por ordenador. Esta última norma quedó muy
pronto obsoleta por los nuevos avances
tecnológicos y tuvo que actualizarse en 1997 con la ISBD (ER) para la
descripción bibliográfica de recursos electrónicos. Y las normas siguen hoy
en un continuo proceso de cambios, modificaciones y puestas al día. En
realidad, las diferencias tanto formales como de contenido entre todo las
diferentes ISBN son mínimas, aunque cada una cuenta con sus propios elementos
específicos.
Los
principios en que se basa la descripción bibliográfica son:
La ISBD identifica 8 áreas distintas en la descripción bibliográfica:
-
Área de Título y mención de responsabilidad
-
Área de Edición
-
Área de tipo de publicación (o designación específica de la clase de
documento) se utiliza casi exclusivamente para la música impresa, las
publicaciones seriadas y material cartográfico.
-
Área de publicación y/o distribución
-
Área de descripción física: tamaño, número de páginas, si la obra
tiene ilustraciones, planos, etc.
-
Área de Serie
-
Área de Notas: informaciones adicionales que no estén incluidas en las
áreas anteriores
-
Área de Número Normalizado y de las condiciones de adquisición
Así pues, las
ISBD son modelos muy restrictivos
que regulan los elementos que configuran la descripción bibliográfica y el orden que deben ocupar
dichos elementos. Además, también fijan
un código de signos de puntuación para tal descripción que favorece la
comunicación internacional de información bibliográfica. Dicho código es el siguiente:
-
Indica la separación entre las distintas áreas
=
Indica la repetición de la misma información bajo distinta forma
[
]
Indica interpolación o que la información se ha tomado fuera de la fuente
principal
...
Indican la suspensión de partes de elementos
/
Indica mención de responsabilidad en relación al elemento precedente
:
Indica un elemento complementario del anterior
;
Indica la repetición de la misma clase de elemento
Aunque cada país redacta su propio código y sus propias
reglas de catalogación, las ISBN favorecen la comunicación internacional ya
que permiten intercambiar información procedente de distintas fuentes,
facilitan su interpretación a pesar de las barreras lingüísticas y facilitan
la conversión de esta información de manera que pueda ser leída por medio de
máquinas. Las ISBD(ER) consideran recursos electrónicos, que
se pueden utilizar de forma interactiva o no, a
aquellos que consisten en materiales controlados por un
ordenador incluyendo los que requieren el uso de un dispositivo periférico,
como por ejemplo, un lector de CD-ROM o uno de
DVD-ROM. Tantos las ISBD como el
formato MARC se desarrollaron en principio
para libros, y fue más tarde cuando se generalizaron para todo tipo de material
bibliotecario o documental. Por su parte, la aparición de las
Reglas de Catalogación Angloamericanas
(AACR2) ha ido un paso más allá en la meta de una normalización universal
ya que suponen, de hecho, un código de catalogación internacional. Las AACR2
representan la aplicación más detallada de los principios de catalogación
basados en la aplicación de las distintas normas de la ISBD a todo tipo de
material. El control bibliográfico universal para los materiales
tradicionales, esto es, los no digitales, está a un paso, ya que se utiliza un
formato aceptado universalmente para el intercambio de datos bibliográficos (formato
MARC), una norma aceptada universalmente para la descripción bibliográfica (ISBD)
y unas reglas de catalogación casi universales (AACR2), sin embargo, ¿se puede
aplicar esto a los nuevos documentos digitales? ¿Es posible -y necesaria- la
catalogación de los nuevos documentos hipertextuales
presentes en esa enciclopedia y biblioteca universal que hoy constituye la
World Wide Web?
La descripción de un recurso digital puede seguir las mismas reglas que un
recurso analógico convencional: libro o revista en papel, casete, etc. y para
ello las ISBDs son las mejores pautas ya que son capaces de describir cualquier
tipo de documento. Lo importante es discernir el nivel de descripción preciso y
necesario para las funciones que se persiguen a la hora de acceder o recuperar
los recursos registrados. Las ISBDs identifican las 8 áreas o grupos de
elementos en que se puede descomponer cualquier documento. Sin embargo, una
forma más simple sería:
Título
Tipo
de recurso
Responsabilidad
Lugar
Editor
Número
normalizado (por ejemplo, ISSN si se trata de una publicación periódica, DOI,
etc.)
URL (u
otro identificador de localización, como
PURL, ya que las páginas web cambian o son
modificados con frecuencia, etc.)
Aunque siempre podremos añadir
elementos adicionales, e incluso reducirlos, dependiendo del nivel de detalle
que precisemos. Así, Lluis Codina en El libro digital y la www,
propone un modelo extendido de descripción de recursos digitales, junto con un
ejemplo concreto, que ofrecería los siguientes elementos:
|
Modelo extendido de descripción de recursos digitales |
Ejemplo de ficha descriptiva de recurso |
Título |
Iflanet |
Tipo |
Institución |
Lengua |
Inglés, francés |
Responsabilidad |
Ifla |
Lugar |
Holanda |
| Editor |
Ifla |
|
Número normalizado
(por ejemplo, ISSN si se trata de una publicación periódica) |
- - - |
| URL |
www.ifla.org |
| Descripción |
Sede web de la International
Federation of Library Association. Contiene un gran número de
recursos, incluyendo documentos en texto completo relacionados sobre temas
de Biblioteconomía y Documentación, así como numerosos enlaces a otras
sedes web. |
| Clasificación |
Biblioteconomía y
Documentación |
| Descriptores |
Biblioteconomía y Documentación,
Bibliotecas, Catalogación, WWW, Internet, Metadatos, Normalización
documental |
| Evaluación |
3 |
| Última
revisión |
Enero 2000 |
Fuente: Lluis Codina: El libro digital y la
www. Lo que está claro es que el nivel de detalle
no puede ser el mismo para un registro catalográfico completo, por ejemplo, en
una Biblioteca o Centro de Documentación, que para hacer un simple directorio de
recursos accesibles en línea, todo dependerá de la función y uso que queramos
ofrecer a los futuros usuarios de la información allí descrita.
Bibliografía
AACR.
The Anglo American Cataloguin Rules Home Page.
http://www.aacr2.org/
ALA. Anglo-american cataloging
rules. 2 ed. 2002 rev. Chicago, ALA, 2002.
ALA/ALCTS.
Committee on Cataloging: Description & Access.
http://www.libraries.psu.edu/tas/jca/ccda/
CODINA, Lluis.
El libro digital y la www. Madrid, Tauro, 2000. [Volver]
GARCÍA CAMARERO, Ernesto. GARCÍA
MELERO, Luis Ángel. La Biblioteca digital. Madrid,
Arco/Libros, 2001.
IFLA/IFLANET.
A Family of ISBDs.
http://www.ifla.org/VI/3/nd1/isbdlist.htm
IFLA/IFLANET. ISBD (G): General International Standard Bibliographic
Description. Annot Text. Rev. Edition.
http://www.ifla.org/VII/s13/pubs/isbdg.htm
IFLA/IFLANET.
ISBD(ER) InternationalStandar Bibliographic Description for Electronic
Resources.
http://www.ifla.org/VII/s13/pubs/isbd.htm
LÓPEZ YEPES, José (coord.) Manual de
Ciencias de la Documentación. Madrid, Pirámide, 2002.
MARTÍNEZ CONDE, María Luisa.
"Recursos electrónicos". En: Los materiales especiales en las bibliotecas
(coor, y dir. por Carmen Díez Carrera). Gijón, Trea, 1998.
OCLC. Guidelines for Bibliographic Description of Internet
Resources.
http://www.oclc.org/support/documentation/worldcat/cataloging/internetguide/2/2.htm

Normas ISBD
Normas ISBD (ER)
|